Me enseñaste...
Hoy os dejo con Ricardo Arjona...
ME ENSEÑASTE
Me enseñaste a no fumar sin desayuno,
Me enseñaste a dividir,
Que la suma de uno y uno, siempre es uno
Si se aprende a compartir,
Me enseñaste que los celos son traviesos,
Que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad,
Me enseñaste a ser pareja en libertad,
Me enseñaste que el amor no es una reja
Y que es mentira la verdad,
Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda
Sino el que no te molesta,
Me enseñaste que abrazado a tu cintura
Todo parece una fiesta,
Me enseñaste muchas cosas de la cama,
Que es mejor cuando se ama,
Y que es también para dormir,
Me enseñaste, entre otras cosas, a vivir,
Me enseñaste que una duda pesa más que una razón...
Pero fallaste, mi gurú,
Se te olvidó enseñarme qué hago si no estás tú.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
Desde filosofía hasta cómo tocarte,
A saber que el afrodisíaco más cumplidor
No son los mariscos, sino el amor.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
A convertir una caricia en una obra de arte,
A saber que loa abogados saben poco de amor,
Y que el amor se cohíbe en los juzgados,
Pero no me enseñaste a olvidarte,
Pero no me enseñaste a olvidarte.
ME ENSEÑASTE
Me enseñaste a no fumar sin desayuno,
Me enseñaste a dividir,
Que la suma de uno y uno, siempre es uno
Si se aprende a compartir,
Me enseñaste que los celos son traviesos,
Que es mitad falta de sesos y mitad inseguridad,
Me enseñaste a ser pareja en libertad,
Me enseñaste que el amor no es una reja
Y que es mentira la verdad,
Me enseñaste que no es bueno el que te ayuda
Sino el que no te molesta,
Me enseñaste que abrazado a tu cintura
Todo parece una fiesta,
Me enseñaste muchas cosas de la cama,
Que es mejor cuando se ama,
Y que es también para dormir,
Me enseñaste, entre otras cosas, a vivir,
Me enseñaste que una duda pesa más que una razón...
Pero fallaste, mi gurú,
Se te olvidó enseñarme qué hago si no estás tú.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
Desde filosofía hasta cómo tocarte,
A saber que el afrodisíaco más cumplidor
No son los mariscos, sino el amor.
Me enseñaste de todo excepto a olvidarte,
A convertir una caricia en una obra de arte,
A saber que loa abogados saben poco de amor,
Y que el amor se cohíbe en los juzgados,
Pero no me enseñaste a olvidarte,
Pero no me enseñaste a olvidarte.
2 comentarios
shh -
gadea -